El trueque
es el intercambio de objetos y servicios con otra persona o entidad sin la
mediación del dinero como intermediario de la transacción. Esta práctica
desapareció con la invención y uso del dinero que permitió brindarle un valor
más aproximado a las cosas. Aunque la negociación de mercancías se realiza
actualmente mediante la interacción de efectivo, la práctica del trueque se
resiste a desaparecer.
Tal es el caso del mercado del
trueque en Mazatlán; una práctica que reúne a decenas de personas para
intercambiar objetos de valor. Fundado y orquestado por María Murillo, este
mercado surge como alternativa al mercado consumidor que tan afectado se ha
visto por la crisis que ha vivido nuestro puerto en los últimos años.
En entrevista con María Murillo, la
fundadora del mercado nos comenta como nace la idea del mercado y la evolución
que ha tenido en los últimos meses.
“Todo empezó cuando en la clase de
sociología económica estudiamos los casos de países como Argentina y España, en
los que la crisis económica los ha golpeado de tal forma que grupos de
ciudadanos comenzaron a organizar mercados de trueques como alternativa al poco
margen de consumo que el dinero les permite”.
La también estudiante de Sociología
de la UAS, confiesa haberse inspirado en lo realizado en aquellos países para
adaptarlo en un puerto golpeado por la crisis como lo es Mazatlán.
“Con la crisis generada por la
violencia, los mazatlecos nos hemos visto limitados en nuestra disposición para
el consumo. El trueque es una forma de economía solidaria sin afán de lucro.
Con él, pretendemos crear otra forma de convivencia y de intercambio
alternativa al uso del dinero”.
Los inicios
El proyecto del mercado del trueque
empezó a caminar a mediados del 2013. María Murillo creo un grupo en la red
social Facebook con solo diez
miembros. Posteriormente, la voz se fue corriendo y el grupo se alimentó hasta
alcanzar una membresía de cien personas. Ante la favorable respuesta de muchas
personas que en aquel entonces solo interactuaban virtualmente, Murillo decidió
crear el primer evento de trueque en la Facultad de Ciencias Sociales de la
UAS.
“Fue nuestra primera experiencia.
Hable con algunos profesores y decidimos invitar a los estudiantes a realizar
un trueque de libros. Los estudiantes tienen mala fama de ser poco interesados
por la lectura, pero en ese día la respuesta fue muy favorable. Decenas de
estudiantes entusiasmados llevaron libros para intercambiar. El evento se
realizó en el auditorio de la Facultad, y toda la gente salió muy satisfecha”
Tras un sólido inicio en Octubre de
2013, nadie detendría el proyecto emprendido por la también maestra de canto.
La red de personas interesadas se fue expandiendo, así como la planeación de
eventos en los que el mercado del trueque reaparecería. El siguiente mercado
del trueque se llevó acabo el 8 de diciembre del 2013 en la casa de la María
Murillo. Esta edición ya no se limitó a únicamente libros, sino se aceptó
llevar ropa, juguete, aparatos domésticos o de cualquier uso que la gente
quisiera intercambiar.
Una vez consolidado el proyecto,
gracias a la buena respuesta de la gente, el mercado del truque definió su
periodicidad mensual para tener mayor control sobre la organización y no
desgastar a los participantes. El segundo mercado del trueque se realizó el 26
de Enero del 2014. El tercero fue el 23 de febrero y el cuarto el 23 de marzo.
Las sedes se han alternado entre la casa de María Murillo y el quiosco ubicado
en el fraccionamiento prados del sol. Para este mes, la quinta edición está
programada para el 13 de abril en el quiosco de prados del sol. https://www.facebook.com/events/1481367542091024/
Formas de organización
El aumento en el número de miembros requirió
la misma proporción en los niveles de organización. Ante el incremento de
socios, María Murillo tuvo que definir con mayor nitidez las normas y formas de
operación del grupo. La red social Facebook, a través del grupo truque Mazatlán https://www.facebook.com/groups/TRUEQUEENMAZATLAN/, sigue siendo la principal herramienta
de comunicación de una comunidad que supera ya los cuatro mil miembros. En el
grupo, se dejan en claro las reglas a respetar para ser miembro del grupo y se
anuncia la fecha de los eventos próximos.
Cuando un miembro se integra, le
dejamos en claro lo que es el trueque y le prohibimos la compra/venta con los
socios del grupo. Lamentablemente muchos intentan comercializar sus productos o
hacer publicidad a negocios. En promedio expulso a un afiliado diario por estas
prácticas. El trabajo es tanto que una amiga me tiene que ayudar en el control
del grupo”. Comento María Murillo.
El grupo por Facebook es abierto a
cualquier persona tenga el deseo de afiliarse, pero la violación a las normas
de convivencia, apegadas a la práctica del treque y alejadas de todo lucro,
causan una expulsión definitiva.
Expectativas
Lo que comenzó como un tema de
estudio en la clase de sociología económica, se ha convertido en un fenómeno local
que ya alcanza los cuatro mil miembros en Facebook y con potencial de seguir
creciendo. Ahora las expectativas son seguirse expandiendo e instaurarse en la
comunidad como una tradición que permita establecer redes sociales sin necesidades
de lucro.
María Murillo se siente satisfecha
con lo logrado hasta el momento; confiesa jamás haberse imaginado lograr tanto
y espera seguir desarrollando el mercado en la ciudad.
“Cuando lo inicie éramos un grupo
reducido, jamás imagine tener tanta gente con nosotros. Me satisface mucho
poner en contacto a gente que puede intercambiarse libros u objetos que de otra
manera jamás se hubieran conocido. La idea es seguir creciendo. Para el próximo
mercado del trueque solicite la ayuda de un banco que me ayude a darle valor a
las cosas, para lograr mayor objetividad. También me gustaría a mediano plazo,
plantearle la idea al ayuntamiento para que él se encargue de organizar estos
mercados en las diferentes colonias de la ciudad; pero eso será a su tiempo”.
El mercado de trueque es una
alternativa de interacción y de adquisición de bienes sin la dependencia del
dinero; es una práctica que parecía extinta, pero que ha revivido en Mazatlán
con el interés de la gente; es una costumbre naciente pero con potencialidad de
tradición; tradición que llego para conectar y satisfacer personas.