El Ulama data desde dos milenios antes de cristo, se han encontrado evidencias
de que se practicaba desde Arizona y Nuevo México hasta El Salvador. Estas
evidencias son: canchas, pelotas, mazos, pinturas, testimonios, entre otras
cosas.
Se trata de un juego con reglas parecidas a las del voleibol
y raquetbol, pero con muy distinto nivel de dificultad. Existen tres
modalidades para jugarlo, algunos lo juegan con la cadera, otros con el
antebrazo y, otros más, con un mazo. Solo eso, nada de meter los pies o las
manos.
Las reglas exactas del juego varían, debido a que con el
pasar de los años se han ido modificando, dependiendo de la región y del pueblo
que lo practique; lo que no varía es que se utiliza una pelota de goma de árbol
que puede estar entre los cuatro y los ocho kilogramos; y que se realizan en
canchas rectangulares llamadas "TASTES" cuya medida está en alrededor
de los sesenta metros a lo largo y cuatro metros a lo ancho (las medidas varían
dependiendo de la modalidad); otra cosa que es muy parecida en todas las
regiones que ha existido el Ulama, es la vestimenta que se utiliza, un
taparrabo en la zona de los genitales y un pañuelo o un penacho en la cabeza.
En unas zonas la pelota tiene que pasar por el hoyo de una
estructura situada en una pared inclinada.
En otras solo cruza líneas y se acumulan puntos.
Seguramente viste la película "El Camino Hacia El
Dorado" (de dibujos animados, muy buena) ahí puedes conocer una de las
modalidades del Ulama, un juego nada fácil que se practicaba en honor a los
dioses. Aunque testimonios difieren acerca de lo que los motivaba a llevarlo a
cabo. Se dice que era para evitar guerras, o para demostrar la rudeza de sus
guerreros entre civilizaciones prehispánicas, pero la teoría con mayor
aceptación es, la que dice que se practicaba como ritual y al equipo vencedor
se le permitía vivir, mientras que al otro, se le sacrificaba.
Sin embargo, en mi curiosidad por conocer este enigmático
juego, entreviste a el dueño de un restaurante, quien aún, de vez en cuando,
organiza juegos de Ulama como exhibición para turistas, y este me dijo que, al
contrario, al vencedor es al que se le sacrificaba, ya que en esos tiempos
morir por los dioses era un honor.
Ahora bien, existe mucha información en internet que explica
lo que es, los orígenes, las reglas, los motivos del juego; pero quien mejor
que una sinaloense para explicar la situación actual en la que se encuentra
este patrimonio nacional; ya que hoy en día, solo existe un estado en el que se
sigue practicando el Ulama y es precisamente Sinaloa.
En pueblos de los municipios de Angostura, Ahome, Guasave,
Guamúchil, Sinaloa de Leyva, Mazatlán, Rosario y Concordia, aún existen hombres
(porque son hombres los que lo practican) que conocen las reglas del juego y
han preservado esta tradición, que les fue heredadas por sus abuelos,
bisabuelos, tatarabuelos y así consecutivamente.
En cuanto a Mazatlán, los pueblos en donde se sabe que aún
hay herederos ulameros son El Quelite, La Sábila, El Habal, Los llanitos, La
Mora Escarbada, La Palma Sola, Puerto de Canoas, Potrero de Carrasco y Villa
Unión.
Donde es más popular que se practica, es en El Quelite, ya
que es un pueblo turístico y los dueños de los dos restaurantes que hay allá se
preocupan por que se practique como exhibición para los visitantes. Así que
acudí ahí, quería saber más acerca de la situación en que se encontraba el
Ulama y entreviste a Marcos Gabriel Osuna Tirado, dueño del restaurante “El
Mesón de los Laureanos”; y a Maximiliano Bastidas, dueño del restaurante “Los
Arrieros”; y platique con tanta persona me encontré para saber más acerca del
por qué se practicaba aún y las reglas del juego.
El resultado de esas dos entrevistas y de muchas
conversaciones, fue:
El Ulama tiene reglas complicadas que solo los que lo
practican conocen con exactitud, se puede jugar en cualquier terreno
rectangular, ya sea la calle, una cancha o un callejón; se realiza solo como
atractivo turístico, ya no existe nadie (por lo menos en esta zona) que lo
juegue por diversión; las pelotas de goma necesarias para llevarlo a cabo, se
han ido extinguiendo y conseguir una sale carísimo (las venden en hasta quince
mil pesos); en El Quelite no hay nadie que lo practique, los jugadores son
procedentes de La Sábila y convencerlos de jugar es muy difícil, no importa
cuánto dinero les ofrezcas; los que estaban dispuestos a jugarlo los han
reclutado para Xcaret en Cancún;
tiene más de un año que no se realiza un Ulama debido a la dificultad para
conseguir jugadores; existe un libro en el que se habla a fondo todo lo que
rodea al Ulama, escrito por Roberto Rochín con la colaboración de Felipe Solís
y Roberto Velasco; estas, entre otras cosas más supe al ir al pueblo turístico
de El Quelite.
Maximiliano Bastidas, es también ex síndico del pueblo, y
una persona realmente preocupada por la continuación de las tradiciones, una de
ellas la ulamera; más que querer atraer turistas (que si quiere), le interesa conservar la herencia de nuestros
antepasados. Me dijo con mucha decepción que los jugadores de La Sábila se
negaban a practicarlo y enseñarlo a los niños de El Quelite. Me di cuenta que
es una persona realmente preocupada por su pueblo y con iniciativa, lo que se
necesita para no permitir que este deporte se pierda en el tiempo. Solo
necesita persuasión para los que saben en qué consiste el juego y, ¿Por qué no?
Apoyo del gobierno, para construir canchas adecuadas para practicarlo. Logrando
esto, se lograra no solo atraer turistas y mejorar la economía del pueblo, sino
perpetuar la tradición.
El juego del Ulama tiene potencial para hacerle una exhausta
e interesante investigación. Es poca la
información que logre recaudar de fuentes confiables. Como amante del deporte,
me ha motivado. Ahora quiero saber más y quiero ayudar a conservar y promover
esta tradición deportiva.
Fotografías tomadas para este micro reportaje:
Platicando con uno de los meseros de "El Mesón de los Laureanos".
Cuadros situados en el restaurante "El Mesón de los Laureanos"
Sosteniendo la pelota hecha con goma de árbol.
Retrato de uno de los jugadores, alrededor del año 2007.
Mismo que el señor Maximiliano Bastidas me obsequio.
Fotografía física de uno de los partidos de exhibición. También obsequiada hacia mi persona por el dueño del restaurante "Los Arrieros".
Pintura situada en una tienda del pueblo.
La pelota de goma de árbol, la única que queda en el pueblo.
Escultura en tamaño pequeño. La puedes encontrar en el museo de El Mesón de los Laureanos.
Cuadro representativo. También en el museo.
1 comentarios:
Muy buen (micro) reportaje.
Publicar un comentario