sábado, 17 de mayo de 2014

Ullamaliztli: una tradición deportiva

 Ullamaliztli es la palabra prehispánica que se utilizaba para denominar al deporte más antiguo que se conoce de nuestra nación. Ahora, a ese "deporte-juego-ritual" de nuestros antepasados, se le llama: Ulama.

El Ulama data desde dos milenios  antes de cristo, se han encontrado evidencias de que se practicaba desde Arizona y Nuevo México hasta El Salvador. Estas evidencias son: canchas, pelotas, mazos, pinturas, testimonios, entre otras cosas.

Se trata de un juego con reglas parecidas a las del voleibol y raquetbol, pero con muy distinto nivel de dificultad. Existen tres modalidades para jugarlo, algunos lo juegan con la cadera, otros con el antebrazo y, otros más, con un mazo. Solo eso, nada de meter los pies o las manos.
Las reglas exactas del juego varían, debido a que con el pasar de los años se han ido modificando, dependiendo de la región y del pueblo que lo practique; lo que no varía es que se utiliza una pelota de goma de árbol que puede estar entre los cuatro y los ocho kilogramos; y que se realizan en canchas rectangulares llamadas "TASTES" cuya medida está en alrededor de los sesenta metros a lo largo y cuatro metros a lo ancho (las medidas varían dependiendo de la modalidad); otra cosa que es muy parecida en todas las regiones que ha existido el Ulama, es la vestimenta que se utiliza, un taparrabo en la zona de los genitales y un pañuelo o un penacho en la cabeza.
En unas zonas la pelota tiene que pasar por el hoyo de una estructura situada en una pared inclinada.

En otras solo cruza líneas y se acumulan puntos.

Seguramente viste la película "El Camino Hacia El Dorado" (de dibujos animados, muy buena) ahí puedes conocer una de las modalidades del Ulama, un juego nada fácil que se practicaba en honor a los dioses. Aunque testimonios difieren acerca de lo que los motivaba a llevarlo a cabo. Se dice que era para evitar guerras, o para demostrar la rudeza de sus guerreros entre civilizaciones prehispánicas, pero la teoría con mayor aceptación es, la que dice que se practicaba como ritual y al equipo vencedor se le permitía vivir, mientras que al otro, se le sacrificaba.
Sin embargo, en mi curiosidad por conocer este enigmático juego, entreviste a el dueño de un restaurante, quien aún, de vez en cuando, organiza juegos de Ulama como exhibición para turistas, y este me dijo que, al contrario, al vencedor es al que se le sacrificaba, ya que en esos tiempos morir por los dioses era un honor.
Ahora bien, existe mucha información en internet que explica lo que es, los orígenes, las reglas, los motivos del juego; pero quien mejor que una sinaloense para explicar la situación actual en la que se encuentra este patrimonio nacional; ya que hoy en día, solo existe un estado en el que se sigue practicando el Ulama y es precisamente Sinaloa.
En pueblos de los municipios de Angostura, Ahome, Guasave, Guamúchil, Sinaloa de Leyva, Mazatlán, Rosario y Concordia, aún existen hombres (porque son hombres los que lo practican) que conocen las reglas del juego y han preservado esta tradición, que les fue heredadas por sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así consecutivamente.
En cuanto a Mazatlán, los pueblos en donde se sabe que aún hay herederos ulameros son El Quelite, La Sábila, El Habal, Los llanitos, La Mora Escarbada, La Palma Sola, Puerto de Canoas, Potrero de Carrasco y Villa Unión.
Donde es más popular que se practica, es en El Quelite, ya que es un pueblo turístico y los dueños de los dos restaurantes que hay allá se preocupan por que se practique como exhibición para los visitantes. Así que acudí ahí, quería saber más acerca de la situación en que se encontraba el Ulama y entreviste a Marcos Gabriel Osuna Tirado, dueño del restaurante “El Mesón de los Laureanos”; y a Maximiliano Bastidas, dueño del restaurante “Los Arrieros”; y platique con tanta persona me encontré para saber más acerca del por qué se practicaba aún y las reglas del juego.
El resultado de esas dos entrevistas y de muchas conversaciones, fue:
El Ulama tiene reglas complicadas que solo los que lo practican conocen con exactitud, se puede jugar en cualquier terreno rectangular, ya sea la calle, una cancha o un callejón; se realiza solo como atractivo turístico, ya no existe nadie (por lo menos en esta zona) que lo juegue por diversión; las pelotas de goma necesarias para llevarlo a cabo, se han ido extinguiendo y conseguir una sale carísimo (las venden en hasta quince mil pesos); en El Quelite no hay nadie que lo practique, los jugadores son procedentes de La Sábila y convencerlos de jugar es muy difícil, no importa cuánto dinero les ofrezcas; los que estaban dispuestos a jugarlo los han reclutado para Xcaret en Cancún; tiene más de un año que no se realiza un Ulama debido a la dificultad para conseguir jugadores; existe un libro en el que se habla a fondo todo lo que rodea al Ulama, escrito por Roberto Rochín con la colaboración de Felipe Solís y Roberto Velasco; estas, entre otras cosas más supe al ir al pueblo turístico de El Quelite.
Maximiliano Bastidas, es también ex síndico del pueblo, y una persona realmente preocupada por la continuación de las tradiciones, una de ellas la ulamera; más que querer atraer turistas (que si quiere),  le interesa conservar la herencia de nuestros antepasados. Me dijo con mucha decepción que los jugadores de La Sábila se negaban a practicarlo y enseñarlo a los niños de El Quelite. Me di cuenta que es una persona realmente preocupada por su pueblo y con iniciativa, lo que se necesita para no permitir que este deporte se pierda en el tiempo. Solo necesita persuasión para los que saben en qué consiste el juego y, ¿Por qué no? Apoyo del gobierno, para construir canchas adecuadas para practicarlo. Logrando esto, se lograra no solo atraer turistas y mejorar la economía del pueblo, sino perpetuar la tradición.
El juego del Ulama tiene potencial para hacerle una exhausta  e interesante investigación. Es poca la información que logre recaudar de fuentes confiables. Como amante del deporte, me ha motivado. Ahora quiero saber más y quiero ayudar a conservar y promover esta tradición deportiva.

Fotografías tomadas para este micro reportaje: 



 Platicando con uno de los meseros de "El Mesón de los Laureanos".

                                      

Cuadros situados en el restaurante "El Mesón de los Laureanos"

Sosteniendo la pelota hecha con goma de árbol.


Retrato de uno de los jugadores, alrededor del año 2007.
Mismo que el señor Maximiliano Bastidas me obsequio.

Fotografía física de uno de los partidos de exhibición. También obsequiada hacia mi persona por el dueño del restaurante "Los Arrieros".

Pintura situada en una tienda del pueblo.


La pelota de goma de árbol, la única que queda en el pueblo.



Escultura en tamaño pequeño. La puedes encontrar en el museo de El Mesón de los Laureanos.

Cuadro representativo. También en el museo.

1 comentarios:

Communis.Com dijo...

Muy buen (micro) reportaje.

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