viernes, 16 de mayo de 2014

¡AY MAMÁ POR DIOS!


“Yo nací con música de banda, he crecido con ella, y con ella quiero que me entierren” Afirma don Lorenzo Mesa,  músico mazatleco  del género  regional más representativo de Sinaloa: la música de banda.
Pese a las malas temporadas, la falta de prestaciones y más de algún desaire que le han hecho, nunca ha pensado en dedicarse a otro oficio que no sea el tocar en una tambora. La música sinaloense representa para don Lorenzo al igual que para miles de habitantes del estado, un símbolo de alegría e identidad que los distingue de otras regiones.
EL ORIGEN DE LA BANDA.
Para Helena Simonett, estudiosa de la música popular mexicana, y autora del libro En Sinaloa nací: Historia de la música de banda,  atribuye el nacimiento de este género a un fenómeno mundial durante el siglo XIX.  "Las potencias mundiales de aquél siglo  llevaron instrumentos musicales y sus bandas de guerra a las regiones en donde tenían influencia. Esas agrupaciones igual servían para las prácticas militares que para la diversión de las comunidades en donde se encontraban.
La idea era tener un mecanismo para relacionarse con la comunidad y al mismo tiempo inculcar el valor de la disciplina como una manera de formar a la juventud de las poblaciones. Las agrupaciones musicales llegaron como bandas militares y los nativos de las regiones imitaban a estos músicos en sus festividades”. 
Sin embargo, para Rubén Rubio Valdez, Investigador y escritor cultural este no es el verdadero origen. “Es cierto que los ejércitos o contingentes militares traían una banda que entonaba marchas, de ahí es que hasta la actualidad la gente piensa que la banda viene de Europa, cuando en realidad, éstas se formaron de los músicos que se quedaron segregados y se unieron con campesinos sinaloenses que hicieron sus propias polkas, valses y  música semi-clásica” 
Las bandas musicales como las conocemos actualmente aparecen en 1811 en la comunidad de Villa Unión, cuando unos campesinos se presentan a la toma de posesión del general revolucionario Juan Banderas.
LOS TIMBALES Y DEMÁS PROTAGONISTAS…
Actualmente la música de banda se distingue por los instrumentos de viento, tanto de bronce como de madera, además de elementos de percusiones como timbales y la tambora, que sirve para marcar los bajos.  .
 Las bandas tradicionales tienen desde siempre una relación muy particular con las comunidades. Se han llegado a convertir en un referente importante para sus habitantes. “Yo he tenido la oportunidad de ir de vacaciones a otros estados del país. He estado en Jalisco y en Zacatecas, y en esos lugares ellos también hacen su luchita por tocar nuestra música, pero uno con la experiencia y todo, sabe que no la tocan como debe ser. Ellos le ponen algo de su propia tierra, de sus tradiciones, y no está mal, pero yo por lo menos no la puedo considerar como la música de acá” comenta Fernando, hijo de don Lorenzo.
Y efectivamente, en las diferentes regiones del país se han desarrollado tipos característicos de bandas y se han adquirido sus nombres vernáculos. Las bandas regionales son bautizadas ya sea por el nombre de sus instrumentos, tal como es el caso de la tambora (Sinaloa), el tamborazo (Zacatecas), o el alborota güeyes – tan peculiar por la sonoridad escandalosa (Zacatecas), las terribles hueseras (Sinaloa); por platillos populares como el chile frito (Guerrero), el frijol con hueso (Michoacán y Sinaloa); o por el lugar donde se toca, como la perrada (músicos de la calle) y la huipera o la canastera (los músicos que tocan en bares y salones de billar).
Sin duda alguna el ritmo de tambora se ha expandido por todas partes, rompiendo incluso las fronteras internacionales. Pero lo que garantiza la autenticidad de una verdadera sección de viento es cuando se incluye trompetas, clarinetes, trombones de válvulas y de varas, saxores altos, que se conocen como cococha en algunas regiones, y la tuba, instrumento símbolo del género. En la percusión está presente una especie de timbales conocidos como tarola, campanas y platillos, aunque el gran protagonista es la tambora, ese tambor enorme con un platillo en la parte superior que don Lorenzo toca desde hace ya más de 30 años.
¡LA TAMBORA ES UNA COSA DE FAMILIA!
La música de viento se ha constituido como un fenómeno musical y una tradición entre numerosas familias. En Mazatlán como en muchos de sus pueblos aledaños, se han conformado agrupaciones donde la mayoría de los integrantes son padres, hijos, primos, sobrinos y tíos. Familias que se caracterizan  por compartir desde siempre el gusto y la formación musical.  ¡La tambora es una cosa de familia!
-La música a mí me nació desde que era niño. Yo tendría 6 o 7 años. Yo conocía todas las rancherías de aquí, y en todas había gente que tocaba un instrumento. Ya es algo muy de nosotros en Sinaloa. Y en mi casa era igual. Mi papá fue músico, él siempre cuando llegaba de trabajar se quitaba la camisa, se sentaba en una mecedora y después se ponía a tocar. Yo me acuerdo que ahí estaba por un lado, me veía haciendo lo mismo que él. No me gustaba jugar con mis hermanos ni nada, yo me movía de ahí hasta que él terminaba de ensayar. Comenta Fernando, integrante de la banda ILUSIÓN, compuesta en su mayoría de familiares Mazatlecos.
Y es precisamente a través de agrupaciones familiares donde nacen las bandas más exitosas y reconocidas. Fue en el municipio de Mocorito donde los Hermanos Rubio inician una dinastía que años más tarde serían integrantes de las bandas más importantes a nivel regional. La comunidad del Limón de los Peraza es la cuna de La Original Banda el limón  y La Arrolladora, siendo en la actualidad dos de las agrupaciones más exitosas del género. Y por supuesto en Mazatlán surge la que sería considerada la madre de todas las bandas: La banda el Recodo.  La primera agrupación en grabar un disco de banda. La primera en salir de su estado, y luego del país. La primera en visitar los 5 continentes. La que ha vendido más discos en su género. La que ha roto más records de entradas en los escenarios más importantes. Es sin duda un parteaguas en la configuración de la música de banda ya que es a partir de los años 70´s cuando La banda el Recodo da un giro a la música de viento y es aquí cuando se abre paso al acompañamiento de letras a lo que antes era sólo el sonido de tambora.
LAS LETRAS DE BANDA
A partir de entonces ésta música que ya era un símbolo importante en las regiones Norte y Noroeste de México, empezó a tomar mayor fuerza y a formar un vínculo importante entre las notas de los instrumentos de viento y los amantes de la música de banda. 
En otro apartado del libro de Helena Simonett, explica la relación de las comunidades con la letra de las canciones de banda.
“La música marca sus emociones, sentir, historia y valores. Los indígenas usan la música para fiestas y entierros. Forma parte de la vida y la muerte dentro de las comunidades. La música es algo que toda la gente del mundo tiene en común. El niño perdido, por ejemplo, es una historia que se narra mediante el lamento de una trompeta, la tristeza y la lejanía. Lo mismo pasa cuando escuchamos El toro viejo: existe el quejido de la tuba que nos cuenta una historia.”
Manuel Aguilar, integrante de La banda ilusión comenta lo que una letra y un son de tambora llega a significar en el caso de aquellos mexicanos que emigran a los Estados Unidos, y cómo existe un estado de euforia cuando detrás de la frontera retumban canticos como El sinaloense, El sauce y la palma, o el pato asado. “Cuando se llega la temporada de Mayo a Octubre, cuando está pelón y no te queda más que buscarle, no hay de otra. Te tienes que tirar al charco. Yo recuerdo cuando me iba a Los Ángeles, lo primero que hacía después de enviarle el chivo a mi familia, era irme a un bar donde había banda. De volada me sentía en Sinaloa. Me daban ganas de irme y a la vez me animaba a seguir trabajando. Quieras o no, la música te da ánimos, hace que no te sientas tan lejos de tu tierra y se siente muy bonito ver cantar a tu gente”
Aunque ha tenido cambios en cuanto a letras y sonidos se refiere; la banda ha sido un género que se mantiene vigente hasta el día de hoy. Es a partir de este peculiar ritmo que han nacido nuevos géneros musicales que sientan sus bases en la tambora, remplazando los instrumentos tradicionales por otros más tecnificados como el teclado o el saxofón por ejemplo.
SIEMPRE VIGENTE
Todo cambia. Uno se hace viejo, los cerros que son verdes luego se secan, las mujeres ahora casi mantienen al marido, entonces, ¿Por qué no va cambiar la música de banda? Las cosas cambian con el tiempo, para bien o para mal. A mí no me gustaría que este tipo de música cambiara, pero a veces se ocupa para que se mantenga presente” es lo que don Lorenzo dice entre suaves ademanes y una sonrisa que apenas se asoma.
La industria musical, con la lógica del mercado y los cambios en la cultura, ha permitido que la música regional esté en constante cambio. De tocar valses y mazurkas por la influencia Alemana, después incluir pequeñas pinceladas de danzón en los años 30´s a su llegada por Veracruz. La Tambora o música de banda ha permanecido.
Sin duda seguirán surgiendo modas musicales, de esas que vienen y se van después de un tiempo. El ritmo podrá cambiar, pero a la fecha la banda sinaloense ha demostrado que tiene una historia que lo respalda. Se ha enraizado en la cultura popular mexicana y se ha convertido en una forma de vida en algunas zonas específicas, donde la banda, las fiestas y las letras de José Ángel Ferrusquilla, seguirán siendo cantadas por hombres como Don Lorenzo, quien nació con música de banda, creció con ella, y con ella pide que lo entierren.



Alberto Anaya Amarillas. 


1 comentarios:

Communis.Com dijo...

Excelente trabajo. La información es interesante y las declaraciones de Manuel Aguilar, integrante de La banda ilusión, aportan validez y sentimiento al reportaje.

Además, la publicación cumplió con el día y la hora establecida. (viernes 5 pm)

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