domingo, 18 de mayo de 2014

Promoción de la cultura en nuestra estado y municipio

Existen muchos significados para la palabra “cultura”, sin embargo, cada uno de ellos rescata que es el conjunto de conocimientos, creencias, tradiciones, costumbres e ideas que caracterizan a un determinado grupo de individuos, a cierto lapso temporal o clase social.
Entonces, cultura es lo que somos, lo que comemos, lo que vestimos. Todo cúmulo de rasgos que nos representan y que definen quiénes somos. "Toda la vida del ser humano se desarrolla mediante la interacción con otros. Para analizar y explicar estas pautas de interacción y sus comportamientos se ha elaborado el concepto teórico de cultura".
La cultura es aprendida de persona a persona, inculcada de generación en generación; es adaptativa.
Cada sociedad tiene como objetivo rescatar, promover y difundir su cultura y las artes con la finalidad de preservar sus tradiciones y sus valores de identidad.
Victor Higareda, editor del Suplemento de Cultura y Arte del periódico “El sol de Mazatlán” comenta que cada sociedad debiese preocuparse por promover su cultura, así como se preocupa de cualquier otro sector. Argumenta que es igual de importante promover sus atributos, que brindar a sus pobladores los servicios de alumbrado, seguridad, salud, porque la cultura es indispensable para cada ser y su crecimiento intelectual.
El patrimonio cultural se divide en dos partes: patrimonio material y patrimonio inmaterial. El primero, abarca la arquitectura, los muebles y las artesanías, mientras que el segundo comprende las tradiciones, la gastronomía, los juegos y los carnavales y festejos. 
Los términos cultura y arte van de la mano pues figuran como los productos artísticos y culturales que representan a una civilización.



Difusión de la cultura en nuestro estado.

En Sinaloa existe un instituto dedicado a la propagación de sus productos culturales y artísticos y que además involucra las artes mayores, las bellas artes y las artes menores.
El Instituto Sinaloense de Cultura, a través de múltiples eventos y programas tiene como mera finalidad “la promoción, difusión y práctica que arraiguen en los sinaloenses, los valores nacionales y locales, en que se sustentan y vigoriza la unidad e identidad nacionales.”
En el caso de Mazatlán, existe el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán que se encarga de difundir los eventos culturales del puerto.
Durante los últimos años esta dependencia gubernamental ha tenido como tarea hacer llegar la cultura y el arte a todos los sectores socioeconómicos, pues generalmente se piensa que solo las clases altas pueden tener acceso a los productos artísticos y culturales, mientras que las clases bajas se encuentran rezagadas.
Victor Higareda expresa que en sí, tener acceso al arte es caro. “Pintar un cuadro no es algo barato. Un tubo de pintura de calidad cuesta alrededor de $350 pesos. ¿Cuántos colores necesitas para un cuadro?, ¿10? ¿15? Entonces, ¿cuál es el precio de este cuadro más la mano de obra del artista? Claro que no cualquiera pueda comprar un cuadro, por eso se tiene esta idea de que el arte lo aprecian más las personas de las clases altas”.
Así pues, también se cree que las personas con menos solvencia económica no cuentan con los recursos intelectuales para apreciar el arte. Sin embargo, quizás no cuenten con los conocimientos sobre técnicas, autores o la historia de las obras, pero sí saben disfrutar de lo que ven, escuchan y sienten.



Mazatlán y su patrimonio cultural

La sociedad de Mazatlán se caracteriza por ser alegre, cálida y hospitalaria. Entre su patrimonio cultural figuran fiestas como el reconocido internacionalmente Carnaval y la Semana de la Moto; tradiciones como el juego El Ulama y la fabricación de muebles finos de madera; exquisita gastronomía basada en productos del mar; arquitectura del siglo XIX en el Viejo Mazatlán, entre otros varios aspectos.
Cada administración tiene como finalidad promover todos estas cualidades en el interior y exterior de la República a través de intensas campañas audiovisuales u otras estrategias para atraer turismo hacia el municipio y lograr el desarrollo económico.
Como se mencionó anteriormente, el Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán tiene la tarea de promover la cultura y educación artística en el municipio.
Esta dependencia es la encargada de la organización del Carnaval, así también de dirigir y administrar las distintas escuelas y talleres del Centro Municipal de las Artes y el Teatro Ángela Peralta. 

La necesidad de promover la cultura regional

Cada sociedad comparte rasgos que los identifican y permite su interacción. La difusión de todos estos posibilita que generación tras generación se preserve la unión de los individuos a través de sus valores y productos artísticos y culturales. 
Ya sea la música de banda, los mariscos, el carnaval, todos estos aspectos conforman parte de la vida de cada mazatleco y  su consumo se irá heredando. 


sábado, 17 de mayo de 2014

Ullamaliztli: una tradición deportiva

 Ullamaliztli es la palabra prehispánica que se utilizaba para denominar al deporte más antiguo que se conoce de nuestra nación. Ahora, a ese "deporte-juego-ritual" de nuestros antepasados, se le llama: Ulama.

El Ulama data desde dos milenios  antes de cristo, se han encontrado evidencias de que se practicaba desde Arizona y Nuevo México hasta El Salvador. Estas evidencias son: canchas, pelotas, mazos, pinturas, testimonios, entre otras cosas.

Se trata de un juego con reglas parecidas a las del voleibol y raquetbol, pero con muy distinto nivel de dificultad. Existen tres modalidades para jugarlo, algunos lo juegan con la cadera, otros con el antebrazo y, otros más, con un mazo. Solo eso, nada de meter los pies o las manos.
Las reglas exactas del juego varían, debido a que con el pasar de los años se han ido modificando, dependiendo de la región y del pueblo que lo practique; lo que no varía es que se utiliza una pelota de goma de árbol que puede estar entre los cuatro y los ocho kilogramos; y que se realizan en canchas rectangulares llamadas "TASTES" cuya medida está en alrededor de los sesenta metros a lo largo y cuatro metros a lo ancho (las medidas varían dependiendo de la modalidad); otra cosa que es muy parecida en todas las regiones que ha existido el Ulama, es la vestimenta que se utiliza, un taparrabo en la zona de los genitales y un pañuelo o un penacho en la cabeza.
En unas zonas la pelota tiene que pasar por el hoyo de una estructura situada en una pared inclinada.

En otras solo cruza líneas y se acumulan puntos.

Seguramente viste la película "El Camino Hacia El Dorado" (de dibujos animados, muy buena) ahí puedes conocer una de las modalidades del Ulama, un juego nada fácil que se practicaba en honor a los dioses. Aunque testimonios difieren acerca de lo que los motivaba a llevarlo a cabo. Se dice que era para evitar guerras, o para demostrar la rudeza de sus guerreros entre civilizaciones prehispánicas, pero la teoría con mayor aceptación es, la que dice que se practicaba como ritual y al equipo vencedor se le permitía vivir, mientras que al otro, se le sacrificaba.
Sin embargo, en mi curiosidad por conocer este enigmático juego, entreviste a el dueño de un restaurante, quien aún, de vez en cuando, organiza juegos de Ulama como exhibición para turistas, y este me dijo que, al contrario, al vencedor es al que se le sacrificaba, ya que en esos tiempos morir por los dioses era un honor.
Ahora bien, existe mucha información en internet que explica lo que es, los orígenes, las reglas, los motivos del juego; pero quien mejor que una sinaloense para explicar la situación actual en la que se encuentra este patrimonio nacional; ya que hoy en día, solo existe un estado en el que se sigue practicando el Ulama y es precisamente Sinaloa.
En pueblos de los municipios de Angostura, Ahome, Guasave, Guamúchil, Sinaloa de Leyva, Mazatlán, Rosario y Concordia, aún existen hombres (porque son hombres los que lo practican) que conocen las reglas del juego y han preservado esta tradición, que les fue heredadas por sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así consecutivamente.
En cuanto a Mazatlán, los pueblos en donde se sabe que aún hay herederos ulameros son El Quelite, La Sábila, El Habal, Los llanitos, La Mora Escarbada, La Palma Sola, Puerto de Canoas, Potrero de Carrasco y Villa Unión.
Donde es más popular que se practica, es en El Quelite, ya que es un pueblo turístico y los dueños de los dos restaurantes que hay allá se preocupan por que se practique como exhibición para los visitantes. Así que acudí ahí, quería saber más acerca de la situación en que se encontraba el Ulama y entreviste a Marcos Gabriel Osuna Tirado, dueño del restaurante “El Mesón de los Laureanos”; y a Maximiliano Bastidas, dueño del restaurante “Los Arrieros”; y platique con tanta persona me encontré para saber más acerca del por qué se practicaba aún y las reglas del juego.
El resultado de esas dos entrevistas y de muchas conversaciones, fue:
El Ulama tiene reglas complicadas que solo los que lo practican conocen con exactitud, se puede jugar en cualquier terreno rectangular, ya sea la calle, una cancha o un callejón; se realiza solo como atractivo turístico, ya no existe nadie (por lo menos en esta zona) que lo juegue por diversión; las pelotas de goma necesarias para llevarlo a cabo, se han ido extinguiendo y conseguir una sale carísimo (las venden en hasta quince mil pesos); en El Quelite no hay nadie que lo practique, los jugadores son procedentes de La Sábila y convencerlos de jugar es muy difícil, no importa cuánto dinero les ofrezcas; los que estaban dispuestos a jugarlo los han reclutado para Xcaret en Cancún; tiene más de un año que no se realiza un Ulama debido a la dificultad para conseguir jugadores; existe un libro en el que se habla a fondo todo lo que rodea al Ulama, escrito por Roberto Rochín con la colaboración de Felipe Solís y Roberto Velasco; estas, entre otras cosas más supe al ir al pueblo turístico de El Quelite.
Maximiliano Bastidas, es también ex síndico del pueblo, y una persona realmente preocupada por la continuación de las tradiciones, una de ellas la ulamera; más que querer atraer turistas (que si quiere),  le interesa conservar la herencia de nuestros antepasados. Me dijo con mucha decepción que los jugadores de La Sábila se negaban a practicarlo y enseñarlo a los niños de El Quelite. Me di cuenta que es una persona realmente preocupada por su pueblo y con iniciativa, lo que se necesita para no permitir que este deporte se pierda en el tiempo. Solo necesita persuasión para los que saben en qué consiste el juego y, ¿Por qué no? Apoyo del gobierno, para construir canchas adecuadas para practicarlo. Logrando esto, se lograra no solo atraer turistas y mejorar la economía del pueblo, sino perpetuar la tradición.
El juego del Ulama tiene potencial para hacerle una exhausta  e interesante investigación. Es poca la información que logre recaudar de fuentes confiables. Como amante del deporte, me ha motivado. Ahora quiero saber más y quiero ayudar a conservar y promover esta tradición deportiva.

Fotografías tomadas para este micro reportaje: 



 Platicando con uno de los meseros de "El Mesón de los Laureanos".

                                      

Cuadros situados en el restaurante "El Mesón de los Laureanos"

Sosteniendo la pelota hecha con goma de árbol.


Retrato de uno de los jugadores, alrededor del año 2007.
Mismo que el señor Maximiliano Bastidas me obsequio.

Fotografía física de uno de los partidos de exhibición. También obsequiada hacia mi persona por el dueño del restaurante "Los Arrieros".

Pintura situada en una tienda del pueblo.


La pelota de goma de árbol, la única que queda en el pueblo.



Escultura en tamaño pequeño. La puedes encontrar en el museo de El Mesón de los Laureanos.

Cuadro representativo. También en el museo.

viernes, 16 de mayo de 2014

Nuevo centro cultural universitario: un espacio para el arte y el conocimiento



  
        
            Con la intención de crear un espacio que sirva como patrimonio cultural de la Mazatlán y de la Universidad Autónoma de Sinaloa, las instalaciones de la antigua preparatoria Mazatlán fueron convertidas en un museo de arte que alberga entre sus filas obras de Antonio López Sáenz
            La preparatoria Mazatlán fue construida en 1944. Fue a partir de 1963 cuando las instalaciones le pertenecieron a la Universidad Autónoma de Sinaloa ya que antes había sido regida por el patronato de pro cultura regional. Ahora, tras decenas de años de albergar estudiantes, paso a ser un recinto cultural donde se presentan obras y ejemplares propias de la cultura regional.
            Sobre el surgimiento del proyecto, Marisol Martínez asistente encargada del turno matutino del museo nos comenta en entrevista la formación del proyecto desde sus inicios hasta la temática que ha adoptado el nuevo museo.
            “La preparatoria fue cerrada en 2011, las causas creo que iban más por la falta de recursos que la volvían inoperable. Además no había la misma proporción de estudiantes que en la prepa Jaramillo, así que decidieron mejor cerrarla.”
            Construida  desde 1944, la preparatoria Rosales era ya toda una tradición entre las instituciones de bachillerato en la localidad. Fue por eso que entre intelectuales y administrativos de la universidad no quisieron dejar en el olvido todos los años de funcionabilidad del plantel.
            “El escritor Juan José Rodríguez fue de los primeros que levanto la mano para acondicionar este lugar y convertirlo en un centro de exposición de arte. Afortunadamente su semilla cayo en tierra fértil y con apoyo del rector de la Universidad, lograron importar obras muy significativas a este lugar”. Confeso Martínez.
            Juan José Rodríguez, un reconocido escritor local, es fundador y dirigente actual del centro. Gracias a sus relaciones, se encargó de llenar el recinto de muestras enriquecedoras de la cultura sinaloense. El nuevo museo consta de tres salas de exposiciones.
La primera es la de Antonio López Sáenz, donde se pueden observar varios cuadros del artista mazatleco, además de esculturas y un par de fotografías de sus tiempos de juventud cuando fue militante de la preparatoria Rosales.
La segunda sala se llama Jesús Kamute y contiene fotografías y archivos sobre la fundación de la universidad. En ella se pueden observar viejas fotografías de las antiguas instalaciones de la preparatoria Rosales. La tercera sala lleva como nombre José Ángel Pescador Osuna, en ella se grabaron algunas escenas de la película “El ciudadano Buelna”, estrenada el año pasado en los cines del país.
“En estos días el centro no ha recibido muchos visitantes. Días después de la inauguración si hubo más de afluencia, pero después bajo. La exposición de cuadros de Antonio López Sáenz solo estará hasta la próxima semana, así que invitamos a toda la gente a que no se la pierda; la entrada es libre”.
Las instalaciones del nuevo museo son amplias y elegantes con cuadros en algunas paredes de los pasillos. Los fondos están rodeados de los colores de la institución y la temática radica en el culto a las obras artísticas de artistas sinaloense que simbolice la esencia de la cultura local.
“De momento la mayor atracción son los cuadros de López Sáenz y su sello característico en el cual los personajes no tienen rostro. Pero también se está planeando incluir más obra de diversos artistas del estado. Con el paso del tiempo el museo deberá ir creciendo en calidad y en cantidad de obras”.
            Para finalizar la entrevista, le preguntamos a Marisol sobre la misión de este nuevo museo en la comunidad, los valores que desean transmitir y la forma en la que quieren llegar al público mazatleco.
            “La principal motivación fue no dejar en el olvido las instalaciones de la preparatoria Rosales y hacer de ellas un espacio para la difusión del arte y la cultura. Pero ahora que el primera paso ya se dio, lo que queremos es ser un espacio que atesore las obras más representativas de nuestra cultura; no tanto una sala de trofeos, pero si un espacio que sirva como referente. Además queremos ser un espacio de recreación cultural donde la gente pueda venir y apreciar de obras estéticas y llegar a la gente desde un canal artístico.”
            Después de  más de 60 años de ver pasar generaciones de alumnos por sus aulas, la preparatoria Rosales tuvo una digna sucesión al convertirse en un museo cultural que sirva como referente para todos aquellos que aprecien el arte y la cultura. Su inauguración fue un éxito, tras una sólida patada inicial dependerá de la buena administración del lugar y la respuesta del público, la consolidación y perseverancia del nuevo museo.


       Walfer Juarez Peral

¡AY MAMÁ POR DIOS!


“Yo nací con música de banda, he crecido con ella, y con ella quiero que me entierren” Afirma don Lorenzo Mesa,  músico mazatleco  del género  regional más representativo de Sinaloa: la música de banda.
Pese a las malas temporadas, la falta de prestaciones y más de algún desaire que le han hecho, nunca ha pensado en dedicarse a otro oficio que no sea el tocar en una tambora. La música sinaloense representa para don Lorenzo al igual que para miles de habitantes del estado, un símbolo de alegría e identidad que los distingue de otras regiones.
EL ORIGEN DE LA BANDA.
Para Helena Simonett, estudiosa de la música popular mexicana, y autora del libro En Sinaloa nací: Historia de la música de banda,  atribuye el nacimiento de este género a un fenómeno mundial durante el siglo XIX.  "Las potencias mundiales de aquél siglo  llevaron instrumentos musicales y sus bandas de guerra a las regiones en donde tenían influencia. Esas agrupaciones igual servían para las prácticas militares que para la diversión de las comunidades en donde se encontraban.
La idea era tener un mecanismo para relacionarse con la comunidad y al mismo tiempo inculcar el valor de la disciplina como una manera de formar a la juventud de las poblaciones. Las agrupaciones musicales llegaron como bandas militares y los nativos de las regiones imitaban a estos músicos en sus festividades”. 
Sin embargo, para Rubén Rubio Valdez, Investigador y escritor cultural este no es el verdadero origen. “Es cierto que los ejércitos o contingentes militares traían una banda que entonaba marchas, de ahí es que hasta la actualidad la gente piensa que la banda viene de Europa, cuando en realidad, éstas se formaron de los músicos que se quedaron segregados y se unieron con campesinos sinaloenses que hicieron sus propias polkas, valses y  música semi-clásica” 
Las bandas musicales como las conocemos actualmente aparecen en 1811 en la comunidad de Villa Unión, cuando unos campesinos se presentan a la toma de posesión del general revolucionario Juan Banderas.
LOS TIMBALES Y DEMÁS PROTAGONISTAS…
Actualmente la música de banda se distingue por los instrumentos de viento, tanto de bronce como de madera, además de elementos de percusiones como timbales y la tambora, que sirve para marcar los bajos.  .
 Las bandas tradicionales tienen desde siempre una relación muy particular con las comunidades. Se han llegado a convertir en un referente importante para sus habitantes. “Yo he tenido la oportunidad de ir de vacaciones a otros estados del país. He estado en Jalisco y en Zacatecas, y en esos lugares ellos también hacen su luchita por tocar nuestra música, pero uno con la experiencia y todo, sabe que no la tocan como debe ser. Ellos le ponen algo de su propia tierra, de sus tradiciones, y no está mal, pero yo por lo menos no la puedo considerar como la música de acá” comenta Fernando, hijo de don Lorenzo.
Y efectivamente, en las diferentes regiones del país se han desarrollado tipos característicos de bandas y se han adquirido sus nombres vernáculos. Las bandas regionales son bautizadas ya sea por el nombre de sus instrumentos, tal como es el caso de la tambora (Sinaloa), el tamborazo (Zacatecas), o el alborota güeyes – tan peculiar por la sonoridad escandalosa (Zacatecas), las terribles hueseras (Sinaloa); por platillos populares como el chile frito (Guerrero), el frijol con hueso (Michoacán y Sinaloa); o por el lugar donde se toca, como la perrada (músicos de la calle) y la huipera o la canastera (los músicos que tocan en bares y salones de billar).
Sin duda alguna el ritmo de tambora se ha expandido por todas partes, rompiendo incluso las fronteras internacionales. Pero lo que garantiza la autenticidad de una verdadera sección de viento es cuando se incluye trompetas, clarinetes, trombones de válvulas y de varas, saxores altos, que se conocen como cococha en algunas regiones, y la tuba, instrumento símbolo del género. En la percusión está presente una especie de timbales conocidos como tarola, campanas y platillos, aunque el gran protagonista es la tambora, ese tambor enorme con un platillo en la parte superior que don Lorenzo toca desde hace ya más de 30 años.
¡LA TAMBORA ES UNA COSA DE FAMILIA!
La música de viento se ha constituido como un fenómeno musical y una tradición entre numerosas familias. En Mazatlán como en muchos de sus pueblos aledaños, se han conformado agrupaciones donde la mayoría de los integrantes son padres, hijos, primos, sobrinos y tíos. Familias que se caracterizan  por compartir desde siempre el gusto y la formación musical.  ¡La tambora es una cosa de familia!
-La música a mí me nació desde que era niño. Yo tendría 6 o 7 años. Yo conocía todas las rancherías de aquí, y en todas había gente que tocaba un instrumento. Ya es algo muy de nosotros en Sinaloa. Y en mi casa era igual. Mi papá fue músico, él siempre cuando llegaba de trabajar se quitaba la camisa, se sentaba en una mecedora y después se ponía a tocar. Yo me acuerdo que ahí estaba por un lado, me veía haciendo lo mismo que él. No me gustaba jugar con mis hermanos ni nada, yo me movía de ahí hasta que él terminaba de ensayar. Comenta Fernando, integrante de la banda ILUSIÓN, compuesta en su mayoría de familiares Mazatlecos.
Y es precisamente a través de agrupaciones familiares donde nacen las bandas más exitosas y reconocidas. Fue en el municipio de Mocorito donde los Hermanos Rubio inician una dinastía que años más tarde serían integrantes de las bandas más importantes a nivel regional. La comunidad del Limón de los Peraza es la cuna de La Original Banda el limón  y La Arrolladora, siendo en la actualidad dos de las agrupaciones más exitosas del género. Y por supuesto en Mazatlán surge la que sería considerada la madre de todas las bandas: La banda el Recodo.  La primera agrupación en grabar un disco de banda. La primera en salir de su estado, y luego del país. La primera en visitar los 5 continentes. La que ha vendido más discos en su género. La que ha roto más records de entradas en los escenarios más importantes. Es sin duda un parteaguas en la configuración de la música de banda ya que es a partir de los años 70´s cuando La banda el Recodo da un giro a la música de viento y es aquí cuando se abre paso al acompañamiento de letras a lo que antes era sólo el sonido de tambora.
LAS LETRAS DE BANDA
A partir de entonces ésta música que ya era un símbolo importante en las regiones Norte y Noroeste de México, empezó a tomar mayor fuerza y a formar un vínculo importante entre las notas de los instrumentos de viento y los amantes de la música de banda. 
En otro apartado del libro de Helena Simonett, explica la relación de las comunidades con la letra de las canciones de banda.
“La música marca sus emociones, sentir, historia y valores. Los indígenas usan la música para fiestas y entierros. Forma parte de la vida y la muerte dentro de las comunidades. La música es algo que toda la gente del mundo tiene en común. El niño perdido, por ejemplo, es una historia que se narra mediante el lamento de una trompeta, la tristeza y la lejanía. Lo mismo pasa cuando escuchamos El toro viejo: existe el quejido de la tuba que nos cuenta una historia.”
Manuel Aguilar, integrante de La banda ilusión comenta lo que una letra y un son de tambora llega a significar en el caso de aquellos mexicanos que emigran a los Estados Unidos, y cómo existe un estado de euforia cuando detrás de la frontera retumban canticos como El sinaloense, El sauce y la palma, o el pato asado. “Cuando se llega la temporada de Mayo a Octubre, cuando está pelón y no te queda más que buscarle, no hay de otra. Te tienes que tirar al charco. Yo recuerdo cuando me iba a Los Ángeles, lo primero que hacía después de enviarle el chivo a mi familia, era irme a un bar donde había banda. De volada me sentía en Sinaloa. Me daban ganas de irme y a la vez me animaba a seguir trabajando. Quieras o no, la música te da ánimos, hace que no te sientas tan lejos de tu tierra y se siente muy bonito ver cantar a tu gente”
Aunque ha tenido cambios en cuanto a letras y sonidos se refiere; la banda ha sido un género que se mantiene vigente hasta el día de hoy. Es a partir de este peculiar ritmo que han nacido nuevos géneros musicales que sientan sus bases en la tambora, remplazando los instrumentos tradicionales por otros más tecnificados como el teclado o el saxofón por ejemplo.
SIEMPRE VIGENTE
Todo cambia. Uno se hace viejo, los cerros que son verdes luego se secan, las mujeres ahora casi mantienen al marido, entonces, ¿Por qué no va cambiar la música de banda? Las cosas cambian con el tiempo, para bien o para mal. A mí no me gustaría que este tipo de música cambiara, pero a veces se ocupa para que se mantenga presente” es lo que don Lorenzo dice entre suaves ademanes y una sonrisa que apenas se asoma.
La industria musical, con la lógica del mercado y los cambios en la cultura, ha permitido que la música regional esté en constante cambio. De tocar valses y mazurkas por la influencia Alemana, después incluir pequeñas pinceladas de danzón en los años 30´s a su llegada por Veracruz. La Tambora o música de banda ha permanecido.
Sin duda seguirán surgiendo modas musicales, de esas que vienen y se van después de un tiempo. El ritmo podrá cambiar, pero a la fecha la banda sinaloense ha demostrado que tiene una historia que lo respalda. Se ha enraizado en la cultura popular mexicana y se ha convertido en una forma de vida en algunas zonas específicas, donde la banda, las fiestas y las letras de José Ángel Ferrusquilla, seguirán siendo cantadas por hombres como Don Lorenzo, quien nació con música de banda, creció con ella, y con ella pide que lo entierren.



Alberto Anaya Amarillas. 


domingo, 4 de mayo de 2014

Lectura en movimiento.

Era sábado 3 de mayo. Alrededor de las once de la mañana me encontraba bañadita, peinadita y desayunadita; lista para dirigirme a la Plazuela Machado, a conocer a ese tal "librobus" del que escuche por un "carro griton" que paso por mi casa y por un compañero de clase. Convencí a mi hermana menor de acompañarme y para las doce y media horas ya nos encontrábamos allá. Llegamos justo por la calle en donde se encontraba el tan misterioso transporte. Un carro tipo casa rodante combinado con transformer, muy parecido a los carros de barbies pero en vez de accesorios de cocina y camas, estaba repleto de libros.

Me acerque, subí e inmediatamente busque al encargado de tan original concepto. Neftalí Castillo Crúz, un egresado de la facultad de filosofía de la UNAM, procedente del Distrito Federal fue quien me concedió una larga e interesante platica acerca del lugar de lectura que ofrecían a los mazatlecos en ese caluroso día.

Me platico entusiasmado en lo que consiste el proyecto. En resumen: Librobús surge de una asociación entre CONACULTA con librerías Educal con el fin de ofrecer a la población libros a precios de fabrica (casi casi) y, lo mas importante, para llegar a los rincones del país donde no hay bibliotecas, mucho menos librerías. Me contó que en los pueblos la gente se muestra entusiasmada al ver llegar este transporte y agradecen, ya que para ellos poder adquirir un libro deben viajar a las ciudades y gastan cinco veces el valor del libro en transporte, alimento y en ocasiones hasta hospedaje. Me contó, también, en que consiste el proceso de hacer llegar un Librobús a determinado lugar: los encargados de Cultura de cada ciudad deben ponerse en contacto con los encargados de Cultura de su estado, para que ellos hablen con Maria Antonieta Velazquez, la encargada de las rutas de los doce librobuses existentes.

Entre sus anécdotas como encargado esta una en la que en un pueblo, a los alumnos de una secundaria les encargaron de tarea conseguir libros que representaran las épocas literarias por las que ha pasado la humanidad; para fortuna de ellos y sorpresa de Neftalí en Librobús se encontraba dicha encomienda -Sin querer encontramos un libro para cada una de las épocas. Dijo Neftalí entre risas.


Y así, platicamos (mas entrevista que platica) durante aproximadamente cuarenta minutos. Mientras el se daba tiempo para cobrar libros y yo me aventaba un tour por el camionsito.


En ese tour vi dos títulos que me llamaron la atención, especialmente porque pertenecen a autores que siempre habían llamado mi atención, los tome y compré, el total: ¡¡cincuenta pesos!! Una ganga sinceramente. Pude haber gastado menos, ya que hay libros desde siete pesos, pero no quise desaprovechar la oportunidad de leer a Nietzsche y Oscar Wilde.


Después de una hora, de fotografías, notas, platica y compras, me despedí y agradecí a Neftalí, quien se mostró feliz de haberme atendido.


En el Distrito Federal, entre Chapultepec y Bellas Artes (a veces uno, a veces los dos) siempre encontraras un Librobús. si quieres saber cuando volverá a visitar nuestra ciudad consulta www.culturamazatlan.com (:

Miriam Rendón Morales.

sábado, 3 de mayo de 2014

Un mundo Feliz


Un clásico de la literatura mundial, escrito en 1932 por el autor británico Aldous Houxley, nos presenta a manera de novela, una postura crítica del orden social y los tabúes que perduran hasta nuestros tiempos posmodernos. Más que una simple historia “un mundo feliz” es un ejercicio filosófico sobre la sociedad posmoderna.

La novela comienza cuando el director de un instituto le muestra a un grupo de estudiantes el proceso de clonación de los individuos de la especie humana y la forma en que condicionan su pensamiento de acuerdo a la casta que pertenecerán. Los “alfas” son grandes, apuestos e inteligentes y los “epsilones” bajos, estúpidos y feos. Cada individuo es condicionado durante su nacimiento de la manera en que supone su casta. Cuando llegan a sentirse molestos, infelices o insatisfechos deben acceder por ley, a una droga llamada soma que regula su estado de ánimo y los regresa a un estado mental equilibrado.

Inspirada en una sociedad perfecta en la que todo gire sobre ruedas y se desenvuelve en un circulo virtuoso que permite el alegre funcionamiento de los componentes sociales, Houxley logra crear un mundo en el cual la nueva y civilizada raza humana funciona con un engranaje perfecto donde cada individuo produce desde diferentes sectores lo necesario para mantener el orden social. Un giro muy similar al sistema capitalista actual, inspirado en la producción y en la maximización de las ganancias que busca formar profesionales que se inserten el sistema. La técnica es promovida por encima del pensamiento y la reflexión, proporcionando un carácter técnico a las nuevas generaciones.

En esta sociedad “perfecta” todo sigue su curso normal. Los tiempos no cambian. Sin convulsiones ni desequilibrios. Tampoco existen rencores, problemas u odios. Prevalece el orden y la estabilidad. Los individuos están condicionados. Han perdido cualquier espacio para la duda y el pensamiento crítico. En términos marxistas se encuentran “alienados”. Su pensamiento independiente se les ha nulificado desde su creación, como si fueran un producto de fábrica, en donde viven únicamente en función de lo que la sociedad necesita de ellos. A pesar de que todos se dicen felices y satisfechos, al sacrificar su libertad individual por el beneficio de la comunidad, o mejor dicho del sistema de producción, han perdido su felicidad al no tener espacio para ejercer libremente su conciencia.

El llamado “mundo feliz” creado por Houxley está regido bajo la premisa de que “todo el mundo pertenece a todo el mundo”. Superficialmente simboliza muchos hechos sociales, como la abolición de las prohibiciones, lo que podría causar envidia a los lectores que vivimos en el mundo real. El sexo en la novela, es libre, cotidiano y puede hacerse con cualquier persona; sin necesidad de una seducción previa a la pareja. Aun así el lector no deja de sentir pena por esta condicionada especie. No se necesita poseer un amplio acervo en teoría psicológica o sociológica para darse cuenta del vacío y la falta de libertad que inundan a los personajes. Su prisión espiritual es de tal magnitud que ni siquiera pueden percatarse de ella y los aires de libertad siguen como un falso derecho que su cándida conciencia cree dominar.


Aldous Huxley.


“Un mundo feliz” es una novela filosófica escrita en 1932 en la que el autor plasma su visión de lo que sería el mundo en el futuro. El libro anticipa los tiempos posmodernos y el surgimiento de un nuevo hombre; más mecánico y menos sensible  Esta es la razón por la cual la novela se convirtió en un clásico de la literatura universal, manteniéndose como un referente para entender los tiempos actuales.

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